Las palabras mágicas que aqui te presento se pueden utilizar para todo próposito que uno quiera emprender, aunque aqui les buscamos una aplicación a nuestro deporte.
Si el lector tiene experiencia en el mundo del marketing seguro que le sonarán. Yo las aprendí de un buen experto, Adolfo Reborio, hace ya bastantes años y aplicadas al mundo empresarial.
¿Por qué salgo a correr hoy ó para qué entrenamos todas las semanas?, ¿busco su aspecto lúdico ó la parte competitiva de la misma?, ¿que es lo que nos motiva a entrenar tantas horas, dias y semanas?. En las respuestas a a estas cuestiones planteadas encontramos los objetivos y las motivaciones que están alimentado la suficiente fuerza mental que vamos a necesitar para salvar todos los obstáculos que se nos presentarán en el camino. Y que ten por seguro que no serán pocos.
¿Cual es mi objetivo u objetivos para este año?, y ¿para cuando quiero alcanzarlos?.
¿Cuál es mi potencial como ciclista?, ¿Para qué quiero saber cómo estoy físicamente?. Conocer nuestro cuerpo y lo que puede dar de sí nos ayuará a saber dónde nos encontramos, ser realistas y adaptar el objetivo a nuestras posibilidades reales.
¿Qué capacidades tengo que desarrollar? Según sea el objetivo tendremos que potenciar determinados aspectos físicos y tamibién psíquicos de nuestro cuerpo para facilitar su consecución, …
Estas llaves mágicas las emplearemos para abrir la puerta de nuestras motivaciones, y de los objetivos que nos planteamos como ciclistas. Una vez aflorados los objetivos, tenemos que plantear y descubrir que capacidades nos exigirán dicho objetivo, qué tenemos que hacer para conseguirlas y desarrollarlas.
¿Qué tengo que hacer para conseguir mi objetivo?, ¿cómo y cuando tengo que hacerlo?, ¿Con quien lo haré?, ¿Cuanto tiempo emplearé?, ¿Como y cuando voy a controlar los progresos?…
Las respuestas todas estas preguntas quedan reflejadas en nuestro plan anual de entrenamiento y control del mismo, en el que detallaremos por periodos, meses y semanas, los entrenamientos a realizar, los kilómetros a recorrer, el tiempo a emplear, la intensidad y demás variables de todo entrenamiento programado.
¿Que?, ¿como?, ¿cuando?, ¿cual? ¿por qué? y ¿para qué? Estas palabras fijan el rumbo de nuestro barco, y nos situan en el camino del éxito.